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26 agosto 2014

LA MAGIA DEL METAL






 
 
 



 



 



Cuando observamos cómo resplandece la luz de la chimenea un guardafuegos de bronce o cómo desellan unos candelabros de plata a la luz de las velas, apreciaremos enseguida el encanto de los metales, cuya superficie lustrosa entreteje cautivadores efectos de luz y color por las habitaciones.

Hay colores metálicos cálidos y fríos, desde el amarillo fuerte del dorado bruñido y el rosado rojizo del cobre, hasta el resplandeciente espejado de la plata. Puesto que recogen los colores del entorno, se adaptan bien a cualquier ambiente.

No cabe duda de que los metales son una parte conocida y esencial de nuestra vida cotidiana, que cumplen un papel tanto estructural como funcional; en embargo, a menudo los pasamos por alto como material decorativo. De hecho, desde las épocas más remotas, cumplen funciones indudablemente prácticas y decorativas.

Hay dos usos domésticos principales de los metales. Los que destellan y relumbran (oro, bronce, cobre y plata) crean una sensación de opulencia y esplendor. Cualquier función práctica parece una cuestión secundaria al esplendor y al lujo que aportan al ambiente.

Los demás se aprovechan sobre todo por su valor práctico y por su utilidad, con lo cual los metales más bastos y vulgares, como el hierro, el estaño, el latón y el acero, resultan particularmente valiosos para crear una vivienda de estilo rústico.


Los metales deslustrados y descoloridos, como el peltre y el cardenillo del cobre, o la corrosión rojiza del hierro antiguo, también sirven para evocar una apariencia de auténtica antigüedad, Este aire de deterioro posee una cualidad intemporal que constituye uno de los atractivos del verdadero estilo rústico.






LOS METALES CÁLIDOS
Los metales amarillos, dorados y rojizos aportan a la habitación un color cálido, además de brillo resplandeciente e intensidad.


ORO
Desde épocas remotas, se lo considera el metal más precioso y preciado; al ser su precio tan elevado
el oro puro sólo se usa en objetos pequeños de gran valor, como las joyas, y en objetos preciosos excepcionales, como recipientes litúrgicos o ceremoniales.
-No podemos obviar las extravagancias que puntualmente hacen quienes gozan de inmensas fortunas, y decoran con abuso y derroche de dicho metal, constatando a veces su mal gusto.

En objetos de mayor tamaño, se suele aplicar un baño de oro. El carácter extravagante del dorado resulta muy adecuado para la vivienda rústica opulenta.









COBRE
Fue uno de los primeros metales que se trabajaron y se utilizaba mucho para fabricar utensilios y cazuelas para cocinar. Estos moldes complejos ahora quedan encantadores colgados en cocinas rústicas. Los tonos cobrizos también resultan bonitos en una sala de estar de estilo campesino, con una chimenea, donde los calentadores de cama de cobre y los tostadores de castañas destellan frente a la chimenea encendida.

El cobre también sirvió de base para la pintura al esmalte, para lo cual se disolvía y se fundía polvo de vidrio de colores sobre la superficie del metal, formando exquisitos motivos intrincados y multicolores. Esta técnica se utilizaba mucho para adornar objetos pequeños, como tabaqueras y pastilleros. Hay objetos pequeños muy bonitos que todavía se coleccionan y se exponen como joyas sobre una mesa o un aparador.










LATÓN
Se usaba  a menudo en accesorios y utensilios domésticos, como interruptores de luz, cierres para ventanas, tiradores y bocallaves para puertas. En torno al hogar, guardafuegos y morillos relumbran frente al fuego.



Dentro de un estilo más formal, el latón se incrusta en muebles lacados y lustrados. Uno de los usos más decorativos del latón fue en taracea, que alcanzó gran popularidad en Francia durante el siglo XVIII. Se trata de una técnica de marquetería inventada por André_Charles Boulle, que consistía en incrustar en la madera nácar, carey y asta, con metales como el latón  y el peltre.







BRONCE
Se usaba mucho en esculturas y en la fabricación de objetos domésticos que pretenden ser prácticos y decorativos a la vez, como morillos, cajas de relojes, accesorios para puertas, lámparas y accesorios para luces. Desde fines del siglo XVII se ha usado para crear adornos en muebles, también se le aplica la técnica del dorado.  



METALES FRÍOS
Los metales plateados o blancos suelen ser más brillantes y relucientes que los cálidos y producen un efecto mucho más frío, ligero y espejado cuando se emplean como adornos  por toda la casa.




PLATA
Las chucherías de plata distribuidas por la casa constituyen adornos encantadores. El propio metal se puede decorar de muchas formas; martilleado y grabado o cortado y calado para darle aspecto de filigrana. Encontramos objetos como portarretratos, candelabros, bomboneras, saleros o cuberterías.





HIERRO
Puertas, cabeceros de cama o barras para cortinas con florones en forma de flecha o flor de lis, con una amplia gama de acabados antiguos. Últimamente los diseñadores de muebles usan el hierro y el acero para crear sillas maravillosas, con puntas y volutas, con arcos y espirales.























ACERO
Es una aleación de hierro, fácil de trabajar, puede  tener
forma de anaqueles, mesas y sillas. Bien lustrado, parece un espejo, también se puede pulir para darle un aspecto suave, adecuado para superficies de trabajo. Es uno de los metales más versátiles y está presente de muchas forma: pintado, esmaltado, forrado en plástico o con un acabado basto que le da aspecto de hierro colado.

 
 
 
Sin duda en la actualidad la estrella es el acero inoxidable,  es una aleación con cromo, que lo convierte resistente a la oxidación, por su resistencia, durabilidad, algunos de sus usos son  objetos domésticos, material quirúrgico, industrial y decorativo.
 
 



CROMO
Se emplea para revestir otros metales dándoles un aspecto plateado reluciente, espejado y muy duradero.

 
ALUMINIO
Metal plateado pálido que se usaba en numerosos objetos de uso doméstico: ollas, botes y otros recipientes, A menudo se utilizaba en lugar del hierro por se ser mucho más ligero no se corroe tanto.


ESTAÑO
Los cuáqueros lo empleaban para fabricar pies de lámparas y recipientes. También se usaban las hojas perforadas para paneles de puertas de armarios destinados a guardar alimentos. Para dar un toque espartano a la cocina estilo Shaker, se hace con utensilios de estaño como bandejas para horno, cortapastas, coladores, ralladores y candeleros.



METALES COLOR MATE

PELTRE
Tiene un acabado gris oscuro, con un mínimo de brillo lo que le da un aspecto realmente rústico, Antiguamente se usaba mucho en los utensilios domésticos más baratos como candeleros y cubiertos.

HIERRO GALVANIZADO
Es un metal resistente, mate y moteado que se empleaba para fabricar muchos utensilios doméstcos como cubos y recipientes para el carbón y regaderas, aunque actualmente no se utilizan por su peso, y quedaron desplazados por el plástico, siguen teniendo un gran protagonismo como elementos decorativos


 


 



 

 

DORADO
Para decorar objetos grandes, el oro se emplea en forma de un revestimiento superficial, mediante un baño o por aplicación de láminas, panes, etc. Antiguamente, a menudo se doraba la piel para hacer biombos, tablas para mesas o escritorios, muebles y para forrar paredes ; después se trabajaba para darle textura. El juego de la luz sobre una superficie irregular aumenta su brillo y luminosidad.





También se emplean los dorados para destacar molduras en sillas, marcos para cuadros y espejos, y para enriquecer detalles arquitectónicos. Los muebles antiguos con adornos dorados tienen un color y una textura particularmente agradables, que incluso aumentan cuando se trata de objetos antiguos y algo destartalados.

Si se quiere un ambiente con una ornamentación esplendida, el oro y el dorado son inevitables. Un espejo dorado sobre la chimenea y remates dorados en la tapicería, imprescindibles en el estilo rústico Colefar y Fowler.

Si utilizamos el oro de forma más discreta, combinando complicados detalles dorados con materiales y colores lisos. Se puede combinar el blanco y dorado o tonos blancos y cremas sobre las paredes con adornos dorados y tapices o cuadros en los que predomine el blanco o crema.

Otra propuesta interesante sería pintar de blanco  y decapar algunas zonas de la madera y destacar con dorado todo lo que sea molduras o madera tallada, añadiendo estilo sin que resulte muy ostentoso.
Las posibilidades son amplias y el resultado puede ser elegante, provocador o recargado.

Hoy el oro o dorado no se reserva a estancias nobles como antaño sino que lo podemos encontrar en cualquier rincón de nuestro hogar.



 


 
Cierro simbólicamente con estas llaves  y termino la lección
 agradeciendo vuestras visitas y comentarios.
 
 
 
 

También os recuerdo que si queréis cambiar de tema y dejar teoría a un lado podéis pasar por el otro blog de manualidades....labores....reciclado y restauración de muebles.


 
 
 
 
 
 
 
 

06 abril 2014

La vie en rose

 
 
 
No hace mucho recuerdo que el rosa se asociaba a lo femenino, para ser más exacta tenía un carácter
infantil y romántico, aquello tan generalizado de si es niño azul y si es niña rosa.
 
Actualmente seguimos marcados por esa influencia pero con otras dimensiones y connotaciones, hoy día el rosa pisa con fuerza, no voy hablar de moda, simplemente muestro como el rosa se ha colado en nuestros hogares, pasando por todas las estancias, tonos suaves, pálidos y tonos intensos, para las más atrevidas y rompedoras o para las más soñadoras y románticas, en general para cualquiera que no pueda resistirse al rosa.
 
 
El rosa es un color maravillosamente romántico se suele asociar a la feminidad,
como he comentado anteriormente, pero sin embargo, también puede ser un color
vibrante y vigoroso, capaz de avivar la frialdad de cualquier habitación
y dar bríos a un esquema cromático neutro o sencillo.
 

 
 
 

Los rosados son colores de una versatilidad maravillosa, capaces de crear toda una gama de efectos, desde la elegancia clásica, hasta el rústico confortable. La gama abarca desde un toque ínfimo de rosado en el blanco, ideal para añadir calidez a una habitación con un esquema claro, hasta el fucsia brillante, que llama la atención.
 
Hay rosados esencialmente femeninos, pálidos y bonitos, con un destello azucarado.
 
Estos tonos se suelen aproximar al lado frío del espectro, al igual que los tonos más fuertes, o terracotas, que producen una sensación más masculina. Estos tonos se inclinan hacia la parte cálida del espectro, y tienen un toque de anaranjado en su composición, lo cual les proporciona un acogedor brillo de melocotón.



 
 
 
 
 
 
 
 
Rosados fríos
Los rosados que se acercan a la parte azul del espectro son brillantes y chispeantes; mantienen la claridad, aunque estén acompañados de mucho blanco. No derivan de pigmentos naturales, pero esto no significa que no sean colores rústicos, ya que los mismos matices se encuentran en los pétalos de numerosas flores de jardín, como geranios, fucsias, ciclámenes, flores de corazón y anémona. Incluyen los rosados brillantes y chillones, derivados del carmesí, y los tonos dulces y azucarados de los hilos de almíbar y el helado de fresa.
 
 






















Almendra azucarada
Los tonos claros del rosado azulado son colores muy bonitos, que a menudo se eligen para los dormitorios. Por ejemplo, es posible crear un esquema atractivo para una habitación con un papel pintado a rayas, en rosado y blanco, combinado con bastantes objetos pintados de blanco brillante. Elija una cortina con un motivo floral a tono como florecillas rosadas sobre un fondo blanco, y cubra la cama con una colcha blanca. Para el suelo, podría elegir una alfombra en un rosado pastel o bien un matiz azul claro a tono.
Para un comedor o una sala de estar, elija un rosado apagado. Si queremos dar a la habitación un brillo encarnado, pondremos cortinas, de un rosado fuerte,  alfombras de sisal , y muebles en maderas doradas, como el roble color miel, el arce o el nogal. Añadimos una mantelería  rústica de color crudo decorándola con candelabros dorados antiguos.


 

 
 


 
 
 

 




 
 
 

 


 

 


 
 
 
 
Un esquema cromático brillante
Los rosados chillones no siempre son colores más sencillos de usar pero, si se usan bien, pueden llegar a quedar maravillosos. Como punto de partida podemos tomar algo que nos guste mucho, por ejemplo un cuadro o una tela, de donde extraer unos cuantos colores fundamentales. Hay algunos diseños florales magníficos; no los típicos  discretos que encontramos en las casas solariegas tradicionales, sino otros más audaces.
Podría decirse por una mezcla en lino rosado fucsia, verde manzana y dorado cálido, con toques de negro, como los usados en las tapicerías. Se pintan las paredes de un tono fucsia más claro, más grisáceo y  un gris carbón mate para todo lo que sea madera, añadiendo toques de negro para darle un aspecto gastado, descolorido, con cortinas a rayas, en los mismos colores del tapizado.
 
El rosado fucsia brillante queda muy bien con un amarillo cálido, crema y castaño fuerte, de modo que podrían combinarse para lograr otro esquema cromático atractivo.
 
 
 
 

 
 

 

 
 Rosados cálidos
Son rosados con una pizca de naranja o amarillo en su preparación, como el intenso rosa anaranjado del coral, los delicados rosas pálidos de las conchas marinas o el más amarillento y descolorido por el sol de las paredes de los edificios históricos italianos. En un extremo de la gama, estos rosas bordean los colores carne y melocotón, mientras que en el otro extremo rozan el rojizo terracota


 

 




 

 

 

 
 
 
Colores coralinos
 Son tonos que hacen más acogedoras las habitaciones austera, y los recibidores cálidos y agradables, alegran las zonas oscuras, orientadas hacia e norte, donde un rosado pálido podría parecer lavado.

Los rosados coralinos quedan bien con accesorios imponentes, incluso opulentos, de modo que combinamos paredes de un coral fuerte con muebles de maderas oscuras, y espejos dorados, alfombras de estilo oriental.

 


Para conseguir un efecto menos formal y más rústico, aplicamos en las paredes un baño de color para darles un aspecto natural, y pintamos la madera de azul grisáceo apagado.

En un cuarto de baño podemos elegir un rosado intenso para paredes en el suelo baldosas blancas y negras y un gran espejo dorado.



Rosados nacarados
Los rosados cálidos más claros son divertidos de usar y es una delicia convivir con ellos aportan un tono acogedor sin ser dominantes, crean un realce favorable para otros colores y quedan bien con elementos naturales como la madera lustrada, y con los tonos fríos de piedra.

Los rosados nacarados tienen sus complementarios en los verdes azulados claros, aunque también combinan bien con tonos más claros de azul y lila. Asimismo se pueden coordinar con otros colores cálidos, con rojos fuertes y escarlatas, o con matices intensos de los rojos más azulados, como el carmesí. Como siempre , los mejores esquemas se crean mediante una orquestación de tono cálidos y fríos, reforzada por un color de realce o un contraste tonal.


Los rosados asalmonados claros se usan tradicionalmente para aplicar un baño de color a casas de campo. Exudan un cálido resplandor, que enrojece con mayor intensidad bajo los rayos de la luz del atardecer, dando la bienvenida al hogar a sus habitantes, al final de una larga jornada. Con frecuencia, el rosado cálido combina con madera pintada de blanco en los marcos.

Los rosados cálidos también son colores tradicionales para los interiores rústicos, por ser colores de tierra naturales. En una cocina, el punto central se puede aplicar en las paredes y en un baño un rosado ligeramente apagado y el color del estuco fresco. Para rebajar un rosado muy almibarado, se añade una pizca de castaño como sombra tostada.

Al pintar de rosado una vivienda de estilo rústico, cuanto más separado quede el color sobre las paredes, más natural será su aspecto.

Los rosados cálidos nacarados hacen un fondo maravilloso para la madera antigua, las vigas viejas, los suelos lustrados y los muebles rústicos de madera de pino, abeto o haya. Se aconseja agregar toques de un color complementario como azul cobalto.


Combinaciones con rosados
Los colores que  conviene elegir para combinar con el rosado dependen fundamentalmente del grado de audacia que queramos dar al conjunto. Mientras que el rosado claro con blanco resulta claro y fresco.

Los rosados combinan bien entre sí; se pueden conjuntar dos tonos del mismo rosa  como uno claro y azucarado con un cereza fuerte, siempre que haya un equilibrio tonal, rosados cálidos y fríos, como fucsia con coral o cereza con encarnado. Conviene ligar los tonos mediante un textil, papel,  o alfombra.



 





 

 
 
 
Propuestas para todos los gustos, intento no sucumbir al encanto del rosa,
alguien me puede contar su experiencia.
 
-GRACIAS ANTICIPADAS-




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