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06 abril 2014

La vie en rose

 
 
 
No hace mucho recuerdo que el rosa se asociaba a lo femenino, para ser más exacta tenía un carácter
infantil y romántico, aquello tan generalizado de si es niño azul y si es niña rosa.
 
Actualmente seguimos marcados por esa influencia pero con otras dimensiones y connotaciones, hoy día el rosa pisa con fuerza, no voy hablar de moda, simplemente muestro como el rosa se ha colado en nuestros hogares, pasando por todas las estancias, tonos suaves, pálidos y tonos intensos, para las más atrevidas y rompedoras o para las más soñadoras y románticas, en general para cualquiera que no pueda resistirse al rosa.
 
 
El rosa es un color maravillosamente romántico se suele asociar a la feminidad,
como he comentado anteriormente, pero sin embargo, también puede ser un color
vibrante y vigoroso, capaz de avivar la frialdad de cualquier habitación
y dar bríos a un esquema cromático neutro o sencillo.
 

 
 
 

Los rosados son colores de una versatilidad maravillosa, capaces de crear toda una gama de efectos, desde la elegancia clásica, hasta el rústico confortable. La gama abarca desde un toque ínfimo de rosado en el blanco, ideal para añadir calidez a una habitación con un esquema claro, hasta el fucsia brillante, que llama la atención.
 
Hay rosados esencialmente femeninos, pálidos y bonitos, con un destello azucarado.
 
Estos tonos se suelen aproximar al lado frío del espectro, al igual que los tonos más fuertes, o terracotas, que producen una sensación más masculina. Estos tonos se inclinan hacia la parte cálida del espectro, y tienen un toque de anaranjado en su composición, lo cual les proporciona un acogedor brillo de melocotón.



 
 
 
 
 
 
 
 
Rosados fríos
Los rosados que se acercan a la parte azul del espectro son brillantes y chispeantes; mantienen la claridad, aunque estén acompañados de mucho blanco. No derivan de pigmentos naturales, pero esto no significa que no sean colores rústicos, ya que los mismos matices se encuentran en los pétalos de numerosas flores de jardín, como geranios, fucsias, ciclámenes, flores de corazón y anémona. Incluyen los rosados brillantes y chillones, derivados del carmesí, y los tonos dulces y azucarados de los hilos de almíbar y el helado de fresa.
 
 






















Almendra azucarada
Los tonos claros del rosado azulado son colores muy bonitos, que a menudo se eligen para los dormitorios. Por ejemplo, es posible crear un esquema atractivo para una habitación con un papel pintado a rayas, en rosado y blanco, combinado con bastantes objetos pintados de blanco brillante. Elija una cortina con un motivo floral a tono como florecillas rosadas sobre un fondo blanco, y cubra la cama con una colcha blanca. Para el suelo, podría elegir una alfombra en un rosado pastel o bien un matiz azul claro a tono.
Para un comedor o una sala de estar, elija un rosado apagado. Si queremos dar a la habitación un brillo encarnado, pondremos cortinas, de un rosado fuerte,  alfombras de sisal , y muebles en maderas doradas, como el roble color miel, el arce o el nogal. Añadimos una mantelería  rústica de color crudo decorándola con candelabros dorados antiguos.


 

 
 


 
 
 

 




 
 
 

 


 

 


 
 
 
 
Un esquema cromático brillante
Los rosados chillones no siempre son colores más sencillos de usar pero, si se usan bien, pueden llegar a quedar maravillosos. Como punto de partida podemos tomar algo que nos guste mucho, por ejemplo un cuadro o una tela, de donde extraer unos cuantos colores fundamentales. Hay algunos diseños florales magníficos; no los típicos  discretos que encontramos en las casas solariegas tradicionales, sino otros más audaces.
Podría decirse por una mezcla en lino rosado fucsia, verde manzana y dorado cálido, con toques de negro, como los usados en las tapicerías. Se pintan las paredes de un tono fucsia más claro, más grisáceo y  un gris carbón mate para todo lo que sea madera, añadiendo toques de negro para darle un aspecto gastado, descolorido, con cortinas a rayas, en los mismos colores del tapizado.
 
El rosado fucsia brillante queda muy bien con un amarillo cálido, crema y castaño fuerte, de modo que podrían combinarse para lograr otro esquema cromático atractivo.
 
 
 
 

 
 

 

 
 Rosados cálidos
Son rosados con una pizca de naranja o amarillo en su preparación, como el intenso rosa anaranjado del coral, los delicados rosas pálidos de las conchas marinas o el más amarillento y descolorido por el sol de las paredes de los edificios históricos italianos. En un extremo de la gama, estos rosas bordean los colores carne y melocotón, mientras que en el otro extremo rozan el rojizo terracota


 

 




 

 

 

 
 
 
Colores coralinos
 Son tonos que hacen más acogedoras las habitaciones austera, y los recibidores cálidos y agradables, alegran las zonas oscuras, orientadas hacia e norte, donde un rosado pálido podría parecer lavado.

Los rosados coralinos quedan bien con accesorios imponentes, incluso opulentos, de modo que combinamos paredes de un coral fuerte con muebles de maderas oscuras, y espejos dorados, alfombras de estilo oriental.

 


Para conseguir un efecto menos formal y más rústico, aplicamos en las paredes un baño de color para darles un aspecto natural, y pintamos la madera de azul grisáceo apagado.

En un cuarto de baño podemos elegir un rosado intenso para paredes en el suelo baldosas blancas y negras y un gran espejo dorado.



Rosados nacarados
Los rosados cálidos más claros son divertidos de usar y es una delicia convivir con ellos aportan un tono acogedor sin ser dominantes, crean un realce favorable para otros colores y quedan bien con elementos naturales como la madera lustrada, y con los tonos fríos de piedra.

Los rosados nacarados tienen sus complementarios en los verdes azulados claros, aunque también combinan bien con tonos más claros de azul y lila. Asimismo se pueden coordinar con otros colores cálidos, con rojos fuertes y escarlatas, o con matices intensos de los rojos más azulados, como el carmesí. Como siempre , los mejores esquemas se crean mediante una orquestación de tono cálidos y fríos, reforzada por un color de realce o un contraste tonal.


Los rosados asalmonados claros se usan tradicionalmente para aplicar un baño de color a casas de campo. Exudan un cálido resplandor, que enrojece con mayor intensidad bajo los rayos de la luz del atardecer, dando la bienvenida al hogar a sus habitantes, al final de una larga jornada. Con frecuencia, el rosado cálido combina con madera pintada de blanco en los marcos.

Los rosados cálidos también son colores tradicionales para los interiores rústicos, por ser colores de tierra naturales. En una cocina, el punto central se puede aplicar en las paredes y en un baño un rosado ligeramente apagado y el color del estuco fresco. Para rebajar un rosado muy almibarado, se añade una pizca de castaño como sombra tostada.

Al pintar de rosado una vivienda de estilo rústico, cuanto más separado quede el color sobre las paredes, más natural será su aspecto.

Los rosados cálidos nacarados hacen un fondo maravilloso para la madera antigua, las vigas viejas, los suelos lustrados y los muebles rústicos de madera de pino, abeto o haya. Se aconseja agregar toques de un color complementario como azul cobalto.


Combinaciones con rosados
Los colores que  conviene elegir para combinar con el rosado dependen fundamentalmente del grado de audacia que queramos dar al conjunto. Mientras que el rosado claro con blanco resulta claro y fresco.

Los rosados combinan bien entre sí; se pueden conjuntar dos tonos del mismo rosa  como uno claro y azucarado con un cereza fuerte, siempre que haya un equilibrio tonal, rosados cálidos y fríos, como fucsia con coral o cereza con encarnado. Conviene ligar los tonos mediante un textil, papel,  o alfombra.



 





 

 
 
 
Propuestas para todos los gustos, intento no sucumbir al encanto del rosa,
alguien me puede contar su experiencia.
 
-GRACIAS ANTICIPADAS-




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